16 Jun Historia de nuestra almazara y de nuestro aceite de oliva virgen extra
Inauguramos nuestro blog acercándoos al origen de la empresa. Somos una almazara familiar fundada en 1897. Se dice que la primera generación crea la empresa, la segunda la desarrolla y la tercera la destruye. De hecho, el 80 % de las empresas familiares no llegan a la tercera generación. Afortunadamente, somos una de las excepciones que confirman la regla y ahora mismo la quinta generación continúa con la tradición familiar de elaborar un aceite de oliva virgen extra de máxima calidad.
En 1897, Isidro Portolés Abella (primera generación) fundó el molino de aceite en la localidad de La Fresneda (Teruel). Esta zona del Bajo Aragón ha sido y continúa siendo una región de gran tradición olivícola. Los primeros años del siglo XX fueron muy convulsos en el sector debido a pignoraciones de aceite que arruinaron a muchas almazaras de la zona. Afortunadamente, Isidro Portolés pudo sobrellevar la crisis y continuó en durante 20 años hasta que decidió trasladar el molino de aceite a Almonacid de la Sierra en 1926.
La hija de Isidro, Pilar Portolés, contrajo matrimonio con León Cerdán natural de Almonacid de la Sierra (Zaragoza) y se trasladaron a vivir a ese municipio. El afán emprendedor (ya que no existía ningún molino de aceite en la zona pero si olivar) y el deseo de ofrecer a su hija y yerno un futuro mejor hizo que Isidro Portolés tomara la decisión de trasladar la empresa de La Fresneda a Almonacid de la Sierra en 1926.
Isidro pasó largas temporadas enseñando y formando a su yerno León en Almonacid de la Sierra sobre las técnicas de elaboración del aceite de oliva de calidad. León Cerdán estuvo al frente de la almazara desde 1926 hasta 1938 cuando falleció durante la Guerra Civil.
Le época de guerra y posguerra fue muy convulsa y dura. Fue entonces cuando su viuda Pilar Portolés y su hijo Gonzalo Cerdán (con solo 14 años) asumieron el control de la almazara y se enfrentaron a muchas dificultades por las secuelas sociales que había dejado la guerra.
Un año antes de fallecer, en 1944, Pilar Portolés, cedió a su hijo Gonzalo Cerdán de la almazara a través de este curioso documento privado:
Ya huérfano Gonzalo Cerdán tuvo que hacer frente a muchos sobresaltos (heladas, sequías, pérdida de cosechas como las de los años 1952 a 1955…) pero con optimismo ha conseguido mantener y desarrollar el negocio familiar para sus hijas y nietos durante los 75 años que lleva en la empresa.
Actualmente sigue al frente de la almazara con 90 años enseñando a sus hijas (cuarta generación) y nietos (quinta generación) cómo elaborar aceite de oliva virgen extra de calidad con métodos artesanales.
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