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El «Aceite de Oliva Virgen Extra Sin Filtrar» se obtiene por el sistema de extracción en frío con decantación natural por gravedad sin pasar por el proceso de filtraje. La recolección se produce de noviembre a enero cuando la oliva está madura. Es también conocido como “en rama”, ya que conserva intacto el sabor del fruto. Su tono es turbio, debido a las micro-partículas de pulpa de aceituna. Tiene un olor intenso y un sabor afrutado cercano en el final a lo picante y amargo. Su color es amarillo opaco. Extracción en frío a menos de 25º C. Recomendado para su uso tanto en crudo como en cocina para la elaboración de salsas, emulsiones y repostería.
Según el Reglamento de Ejecución (UE) 1348/2013, de 16 de diciembre de 2013, los aceites de oliva deben de cumplir unos parámetros específicos para que puedan considerarse aceite de oliva virgen extra.
Los requisitos principales para que un aceite de oliva sea calificado con la máxima calificación (aceite de oliva virgen extra) son físico- químicos (cumplir con unos exigentes parámetros) Y organolépticos (no tener defectos).
El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) Cerdán Portolés Sin Filtrar cumple holgadamente con el mínimo requerido para ser considerado aceite de oliva virgen extra.
Los análisis están certificados por el Gobierno de Aragón y la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC)
El Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) Cerdán Portolés Sin Filtrar envasada en garrafas de 5 litros se elabora mediante el proceso de extracción en frío en sistema continuo de tres fases. La molturación se produce siempre en las 24 horas siguientes a su recolección. En el proceso de fabricación únicamente intervienen procedimientos mecánicos.
La recolección de la aceituna utilizada en el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) Cerdán Portolés Sin Filtrar se realiza en su momento óptimo de maduración. La recolección se produce de noviembre a enero cuando la oliva está madura. Nuestros olivares se encuentran en la Sierra de Algairén en las comarcas de Campo de Cariñena y Valdejalón (Sistema Ibérico Central) por lo que el cultivo es no intensivo con plantación de montaña en sistema tradicional.
La variedad predominante es la arbequina (80%), típica del olivar aragonés, seguida en menor cantidad por verdial, royal, empeltre, racimillo y blanqueta
Los sistemas para recoger la aceituna del árbol empleados son tanto manuales (ordeño y vareo), como mecanizados (vibrador). La aceituna es siempre de categoría “vuelo”, lo que significa que los frutos se obtienen directamente del olivo sin contacto con el suelo.
El transporte y recepción de la oliva hasta nuestro molino se realiza siempre el mismo día de su recolección, con esto se consigue que el fruto no se deteriore o pierda propiedades.
Se realiza una primera inspección del estado de las olivas, se procede a descargar y se realiza la primera limpieza por aventado eliminando las hojas, pequeños tallos y polvo que pudieran contener. En una segunda fase, se produce el lavado de la aceituna con agua.
Es fundamental para la obtención de aceites de calidad, que las distintas líneas de recepción, limpieza y lavado sean independientes.
Los frutos deben molturarse en el menor espacio de tiempo posible. En nuestra almazara nunca se superan las 24 horas desde su recolección.
La molienda se realiza con la utilización de un sistema continuo de martillos metálicos para triturar la aceituna para prepararla para facilitar la separación del aceite de oliva virgen extra.
La pasta de las aceitunas pasa a las batidoras, donde las palas helicoidales de acero inoxidable dan pequeños giros con el objeto de extraer el aceite. El batido se realiza a baja temperatura siempre por debajo de los 27 grados, lo que se denomina extracción en frío.
Este proceso se realiza en el decánter, máquina que sustituye a la antigua prensa del sistema tradicional. En este punto, se separa, mediante centrifugación, la pasta de la aceituna en sus tres componentes: aceite, alpechín y orujo.
Una vez han sido separados los componentes sólidos (orujo) de los líquidos (aceite y alpechín), el líquido resultante pasa a unas centrífugas verticales, que separan definitivamente el aceite del alpechín.
En el proceso de elaboración Aceite de Oliva Virgen Extra Sin Filtrar se omite el proceso de filtraje, por ello conserva partículas de pulpa de aceituna. Es también conocido como “en rama” y se decanta naturalmente por gravedad. Su tono es opaco y se caracteriza por tener un olor más intenso y un sabor afrutado cercano en el final a lo picante y amargo.
El almacenaje se realiza en depósitos cerrados de acero inoxidable, protegidos de la luz y el aire. En la bodega el aceite de oliva virgen extra se mantiene una temperatura controlada entre los 15º y los 18°C para conservar el aceite de oliva virgen extra en perfecto estado.
El envasado del aceite de oliva se realiza gradualmente según pedidos. El etiquetado se realiza manualmente.